En una sociedad perfecta, donde no hay espacio para el rencor ni el odio; un mundo donde no tienes tiempo para recordar, los engaños y las mentiras no tienen efectos secundarios, ya que sólo basta un día para que los dejes atrás. Porque cuando el reloj da las doce todas las mentes se formatean, bueno…
Todas a excepción de la mía.
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